Y fue a esa edad... Llegó la poesía
a buscarme. No sé, no sé dónde
salió, de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no, eran voces, no eran
palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allé estaba sin rostro
y me tocaba.
Yo no sabía qué decir, mi boca
no sabía
nombrar,
mis ojos eran ciegos
y algo golpeaba en mi alma,
fiebre o alas perdidas,
y me fui haciendo solo,
desci